
¿Cómo se realiza una lectura del contador de la luz?
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El contador de la electricidad es el aparato que mide la cantidad de luz que se consume en un hogar o en un negocio, en la unidad de kilovatios hora (kWh). Si aprendemos a usarlo, podremos llevar un control más exhaustivo de nuestro gasto energético.
Existen diferentes tipos de contadores. Aunque con el Plan de Sustitución de Equipos de Medida se está procediendo a la incorporación de aparatos digitales, se estima que todavía quedan ocho millones de contadores por sustituir. Así que, hasta antes el 31 de diciembre de 2018 (fecha prevista para el cambio definitivo), todavía habrá contadores analógicos en los suministros de hasta 15 kW de potencia contratada.
Contadores Analógicos
Son los más antiguos, también llamados ‘mecánicos’ o ‘de rueda’. Suelen disponer de un visor justo debajo del contador numérico, en el que hay un disco que lleva una marca roja por fuera que marca los ciclos. Se mueve a una velocidad directamente proporcional a la corriente que está siendo consumida. El número de cinco cifras que marca el indicador va aumentando, a la par que crece también la energía consumida. Para saber cuánto consume un aparato concreto, se han de apagar y desconectar todos los demás. Sabiendo a cuánto equivale cada giro de disco se podrá saber cuánta energía emplea para funcionar.
Contadores Digitales
Desde el 1 de julio de 2007 son los obligatorios en edificios de nueva construcción, instalaciones nuevas o sustituciones. La intención es mejorar la eficiencia energética ya que estos aparatos realizan una medición más exacta, de ahí que se les llame ‘contadores inteligentes’. Tienen una pequeña pantalla que marca el consumo realizado. En vez de disco giratorio presenta un pequeño piloto led de color rojo que se enciende cuando se supera una determinada cantidad. Para leerlo hay que apuntar el número de cinco dígitos el mismo día cada mes, si es posible incluso a la misma hora. Se le resta la lectura del mes anterior y el dato resultante es el gasto del mes.
Algunas de sus ventajas son:
- Se paga por el consumo mes a mes, lo que acaba con las lecturas estimadas.
- Está controlado a distancia, así que para hacer modificaciones en el contrato no es necesario que venga un técnico.
- Permite la introducción de nuevos tramos horarios, que nos permitirá tener más control sobre nuestro gasto.
Las desventajas están relacionadas con el coste del alquiler, que es unos 20 céntimos al mes más elevado, y con la durabilidad, ya que se prevé que se estropeen antes.