
¿En qué ciudades se va a prohibir la entrada de coches diésel?
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Los coches diésel tienen muy mala prensa en la actualidad, en parte justificada y en parte no. Por un lado, las emisiones contaminantes de estos coches son proporcionalmente «más nocivas» para la salud que las de sus hermanos de gasolina. Esto es así porque en el humo de los coches diésel viajan partículas en una proporción 20 veces superior a la de los motores de gasolina. Y esas partículas son muy perjudiciales para la salud.
Siendo estrictos, son las partículas más grandes las que son visibles como humo. Estas partículas caen al suelo relativamente pronto, mientras que las más dañinas son las más pequeñas, ya que pueden permanecer suspendidas en el aire por largos períodos de tiempo. Estas son las partículas que pueden penetrar más profundamente en los pulmones y causar serios problemas de salud.
Por otro lado, las cada vez más estrictas y exigentes normativas anticontaminación y la progresiva evolución de los motores diésel hacen que el problema no sea tan grave como hace 20 años. La propia ITV introduce ahora una prueba de humos más exhaustiva y exigente para sacar de la circulación a los coches más contaminantes o en peor estado.
Con todo, para algunas ciudades el problema del tráfico rodado en sus centros urbanos es grave. Miles de coches a la hora circulando, muchas de esas veces a velocidades muy reducidas por los embotellamientos y las retenciones, y emitiendo humos de escape sin cesar.
En ese tipo de ciudades, típicamente grandes capitales, los índices de contaminación se disparan. Madrid, sin ir más lejos, ha tenido que activar en ocasiones restricciones de tráfico por alta contaminación, siguiendo las directrices de su protocolo de contaminación.
Otras capitales europeas han ido más lejos y plantean la prohibición total a la circulación de según qué modelos de coche (diésel). Hay que decir que no es lo mismo un diésel fabricado en 2000 que uno fabricado este mismo 2018: el segundo contamina un pequeño porcentaje de lo que contamina el coche de 2000.
Ciudades que se lo ponen difícil a los coches diésel
Empezamos por España para decir que a partir de 2019 se empezará a poner dura la cosa para los diésel. En Barcelona se va a prohibir la circulación por el área metropolitana a los coches de más de 20 años (mayoría diésel).
En Madrid sucederá lo mismo en la almendra central a partir de 2025, cuando se prohibirá la circulación a los coches de gasolina y diésel matriculados antes de 2000 y de 2006, respectivamente.
Baleares prohibirá también la entrada de coches diésel en 2025, y su venta a partir de 2035. En las islas esperan conseguir un parque de vehículos 100% eléctrico para el año 2050, un objetivo envidiable a la vez que bastante complicado, a primera vista.
En París se quiere eliminar el tráfico de diésel en 2024 y el de coches de gasolina en 2030 sin excepciones. El objetivo final en Francia es prohibir los coches de combustión interna en todo el país para 2040.
En Ciudad de México no se permitirá circular a coches diésel a partir de 2025. En Oslo, una de las ciudades más respetuosas con el medio ambiente en cuanto a tráfico se refiere, quisieron prohibir ya la circulación de coches por el centro. Ante el aluvión de quejas, optaron por prohibir el aparcamiento (y si es necesario prohibirán la circulación en 2019).
China es otro lugar en el que se libra una guerra contra la venta de coches con motor de combustión: ni diésel, ni gasolina se podrán vender allá a partir de 2025. a lista es enorme y podemos contar ciudades como Hamburgo, Copenhage, Londres (donde los conductores deberán pagar un «recargo por congestión»), Bruselas, Berlín, Bogotá… El mundo está empezando a poner las cosas muy difíciles a los motores de combustión… por nuestra salud.