
¿Puedo pedir la baja si estoy de prácticas?
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Los becarios son estudiantes que mediante su universidad o centro de estudios realizan prácticas en empresas con el fin de introducirse en el mundo laboral y aplicar los conocimientos teóricos adquiridos durante el período de su formación.
En caso de un alumno que curse un grado universitario, las prácticas se establecen mediante un convenio entre su universidad y una empresa. Actualmente, muchas universidades y centros de estudios obligan a sus alumnos a realizar un período de prácticas o programas de formación en una empresa relacionada con su ámbito de estudio. Algunas universidades, sin la elaboración de estas prácticas no permiten a sus alumnos cubrir el total de los créditos que precisa la obtención del título de un grado.
Dentro del ámbito de las prácticas universitarias, podemos encontrar dos tipos:
- Las prácticas curriculares. Estas prácticas componen el plan de estudios y tienen una duración que oscila las 300 horas mensuales.
- Las prácticas extracurriculares. Los estudiantes pueden realizar estas prácticas voluntariamente, es decir, no están obligados por su universidad y no forman parte de su plan de estudios. Sin embargo, el objetivo que persiguen es el mismo que las prácticas curriculares.
Estas prácticas actúan como un puente entre la vida académica y la vida laboral. Sin embargo, no establecen una relación laboral entre el becario y la empresa donde las realiza. Si al finalizar el convenio de prácticas la empresa contrata al becario, el tiempo de prácticas no contará como antigüedad en la empresa y tampoco como período de prueba. Otro aspecto importante es que las empresas no están obligadas a remunerar a sus becarios por la realización de estas prácticas.
Hace años los becarios no cotizaban en la Seguridad Social, pero la aprobación del Real Decreto 1493/2011 cambió la situación a favor de los becarios. Este decreto establece que las empresas están obligadas a dar de alta a sus becarios en la Seguridad Social para que así puedan cotizar.
¿Cuáles son los derechos de un becario?
En primer lugar, un becario debe contar con un convenio firmado entre la empresa donde realice las prácticas y su universidad o centro de estudios. Este convenio debe mostrar la duración de las prácticas, el horario de trabajo y las tareas que desempeñará el becario. Estas prácticas deben estar tuteladas, es decir, el becario dispone de un tutor en la empresa que le oriente en sus actividades. En caso de los alumnos universitarios, un profesor debe supervisar sus prácticas. Este tutor es el encargado de evaluar las prácticas del becario.
Por otro lado, las tareas que desempeña un becario no pueden ser iguales a las de un trabajador contratado. No hay que olvidar que el objetivo de estos convenios entre centros de formación y empresas es que los alumnos pongan en práctica los conocimientos adquiridos y terminen su formación. También, los becarios deben recibir formación sobre otros conceptos, por ejemplo, sobre prevención de riesgos laborales de la empresa en que realicen sus prácticas.
Pese a que muchos combinan las clases y las prácticas, los becarios se deberán adaptar a su horario de trabajo. Sin embargo, las empresas tienen que ser flexibles con sus compromisos académicos.
Finalmente, los becarios deben cotizan en la Seguridad Social. Por tanto, tienen cobertura en caso de un accidente de trabajo o por enfermedad, por lo que tienen derecho a pedir la baja si fuera necesario. También, obtienen prestación por jubilación. Sin embargo, no cotizan por prestación por desempleo.
Si esta es tu situación puedes visitar el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) para obtener más información. El SEPE es un organismo autonómico adherido al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Este organismo conforma el Sistema Nacional de Empleo junto con los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas. El SEPE actúa como el Instituto Nacional de Empleo (INEM), ya que en 2003 finalizó su funcionamiento. Las funciones de esta estructura estatal consisten en promover, diseñar y desarrollar acciones para fomentar el empleo en función de las realidades de cada territorio.