
Radares de ruido: ¿qué son y para qué se utilizan?
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Existen muchas formas de contaminación. La principal y la que ocupa las portadas de los diarios es la contaminación ambiental. Su causa principal es la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, principalmente generados por la combustión de combustibles fósiles.
En términos generales, el mayor peso contaminante lo llevan las centrales térmicas (que queman carbón) y las grandes fábricas, aunque en las grandes ciudades son los coches, autobuses, camiones y demás vehículos los que llevan el mayor peso contaminante. Y más todavía cuanto más ‘viejos’ son esos vehículos.
Pero existe contaminación también dañina para nuestra salud, solo que, muchas veces, estamos acostumbrados a ella. Se trata de la contaminación acústica, algo que se puede experimentar en cualquier ciudad mediana en hora punta de circulación. El ruido ambiental provocado por los motores, las bocinas, la rodadura y el bullicio de las personas puede llegar a provocar ciertos trastornos y malestar en los vecinos.
La contaminación acústica ocupa la segunda posición en el ranking de problemas medioambientales en Europa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué dice la ley sobre la contaminación acústica?
La ley marca unos máximos aceptables de ruido. En zonas de ‘marcha’, de bares o en las que se aglomera mucha gente es habitual ver a agentes de la ley equipados con sonómetros para evaluar el nivel de ruido en el ambiente. Si este supera ciertos máximos, puede haber sanción.
En términos de lo que es, o no, saludable, existe una marca límite a partir de la cual se considera ruido contaminante, y dicha marca son 50 dB. El decibelio, o dB, es una medida logarítmica que se utiliza para expresar la relación entre dos valores de presión sonora. Que sea logarítmica implica varias cosas interesantes, y la principal es que, si aumentamos en 3 dB el nivel de ruido estaremos duplicando la presión sonora. En pocas palabras, un ruido de 43 dB es el doble de potente que uno de 40 dB.
La norma europea indica como contaminantes todos los ruidos con un nivel superior a 55 dB durante el día, y a 50 dB por la noche. ¿Qué ruidos son contaminantes, entonces?
- 0 dB: Umbral de audición.
- 10 dB: Respiración tranquila.
- 20 dB: Biblioteca.
- 40 dB: Conversación.
- 50/60 dB: Aglomeración de gente.
- 70 dB: Aspiradora.
- 80 dB: Tren.
- 90 dB: Tráfico intenso.
- 100 dB: Perforadora eléctrica.
- 110 dB: Concierto o acto cívico.
- 120 dB: Motor de avión en marcha; pirotecnia.
- 130 dB: Avión en despegue.
- 140 dB: Umbral del dolor; coche de Fórmula 1 (de hace unos años).
- 180 dB: Explosión del Volcán Krakatoa (a 160 km de distancia); cohete en despegue.
Estar expuestos a altos niveles de ruido de manera sostenida puede provocar estrés, insomnio, enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Si atendemos a la lista anterior, cualquier cosa que sea más ruidosa que una aglomeración de gente ya no está afectando.
Los radares de ruido
Un radar de ruido no es más que un dispositivo pensado para registrar el nivel de ruido. Es, más que un radar, un sonómetro con un diseño especial (por eso lo entrecomillamos antes). Los radares sonoros disponen de un sistema de micrófonos y una videocámara, que se utiliza para retratar el momento en que se activa el dispositivo.
Cuando el sistema detecta un ruido por encima de cierto umbral, se registra el hecho y se toman imágenes que luego, después de su análisis, permiten determinar el origen probable de dicho ruido y poder investigar sobre ello.
De momento, no existen en España. Se sabe que están en pruebas en Suiza, pero nada más. Y, en el hipotético caso de que lleguen a España, no existe legislación sobre el asunto por lo que no servirán para sancionar. Al menos, no a medio plazo.