
Cómo anticipar el cobro de las facturas de mi negocio
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Contar con liquidez es fundamental para el desarrollo empresarial tanto de autónomos como de pymes.
Montar un negocio no es fácil. Al papeleo hay que sumarle la financiación, clave para poder empezar en el mundo empresarial con buen pie. Cuando se está desarrollando la idea de negocio es muy importante hacer un registro de costes realistas para pedir la financiación más adecuada y prever los retrasos en el cobro de las facturas.
Depende del tipo de negocio que tengamos, el anticipo de facturas es algo indispensable para poder seguir con el día a día. Los morosos en los pagos se pueden encontrar tanto en las Administraciones Públicas como en las pequeñas empresas. Estas demoras en los pagos se pueden convertir en un gran problema económico para nuestra empresa.
Contar con liquidez es fundamental para el desarrollo empresarial tanto de autónomos como de pymes. Si no tenemos ese capital no se puede hacer frente a los pagos diarios, de nóminas o de otros servicios que tengamos contratados como pueden ser productos o programas de vital importancia para el negocio.
En algunos casos pedir un préstamo parece la solución más rápida, sin embargo, hay otras opciones como la que ofrece Descuento Global Financiero (DGF). Esta empresa financia las propias facturas de la empresa para que pueda obtener liquidez de forma inmediata sin tener que asumir riesgos bancarios.
En el caso de la Administración Publica, los retrasos en los pagos pueden rondar los 75 días una demora que puede ser clave en el buen funcionamiento de la empresa.
¿Cómo funciona el anticipo de facturas?
Cobrar sin esperar al organismo público. Este es el principal objetivo del anticipo de facturas, conseguir la liquidez necesaria sin preocuparse de cuándo se va a cobrar. Para ello, el cliente presenta la factura o la certificación que demuestre la deuda con la administración para que DGF procesa al pago de la misma.
La empresa es quien contacta con el organismo público para informarse de los plazos y tras realizar la documentación necesaria se le ingresa al cliente entre el 70% y el 80% de la cuantía de la deuda, restando una cantidad en concepto de intereses y gastos de gestión. Posteriormente, DGF se encarga de gestionar el cobro de la factura con el organismo público pertinente. Una vez cobrada la factura, el cliente recibe, en un plazo de 5 días, la retención pendiente.
El mecanismo de traspasar las facturas de una compañía a otra se conoce como factoring público. El cliente no tendrá que hacer ningún otro papeleo después de facilitar sus facturas a la empresa de cobro. Su liquidez será inmediata y lo más importante es que no generará deudas futuras ya que el cobro de los servicios se descontará del pago de la factura adeudada.
Este proceso es más sencillo y rápido que pedir un préstamo. Algunas empresas necesitan acudir a la financiación bancaria para poder seguir con su día a día. En este caso, la compañía tendrá que hacer frente a los intereses del préstamo que dependerán de la cantidad de dinero solicitada y del tiempo de devolución pactado. Además, existe la posibilidad de que la cantidad pedida a la entidad financiera sea insuficiente y el empresario se quede sin la financiación necesaria y con una deuda nueva pendiente de pago.