
Cómo elegir un fondo de inversión
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La gama de fondos de inversión que puede comprar un español es amplia, ya que además de los de las gestoras nacionales, ya sean bancos o gestoras independientes, se puede acceder a un abanico grande de fondos de gestoras extranjeras (francesas, alemanas, británicas, americanas…) de gran prestigio (Fidelity, JP Morgan, Carmignac, Pimco…).
Esta variedad, sin duda es una gran ventaja, pero hace que la elección sea más complicada. Es fundamental analizar las principales características de un fondo de inversión antes de contratarlo, y mientras se tenga en cartera, desde mirar la comisión y la rentabilidad del último año no basta, sino que hay claves que nos dirán si es un buen fondo para nuestros intereses; no hay que olvidar que un fondo bueno para una persona puede ser malo para otra:
1.- Gestora del fondo:
Es importante conocer la reputación de la gestora, qué tipos de fondos se le dan mejor en cuáles no, problemas que haya tenido, incluso la persona responsable de ésta en este fondo en concreto.
2.- Política de inversión:
Los fondos pueden invertir en multitud de activos, ya sea acciones, deuda, futuros; de prácticamente todo el territorio mundial, y de cualquier sector en concreto, por lo tanto hay que elegir el fondo cuya política de inversión se adapta a nuestras necesidades económicas y emocionales y a las condiciones del mercado.
3.- Comisiones:
Las más destacables son las de compra y las de venta, que son las que se aplican directamente al partícipe y le afecta en el resultado final. Las de gestión y depositaria son muy mediática pero no es un dato significativo, ya que para calcular el patrimonio de un fondo se tienen en cuenta prorrateando diariamente el porcentaje correspondiente.
Por ejemplo, es mejor un fondo (de la misma categoría) que ha dado un rendimiento del 5% con una comisión de gestión del 2%; que uno que ha ofrecido un 4,75% con una comisión de gestión del 1% ; ya que en el cálculo de la rentabilidad ya está cobrada (diferente sería que además aplicara una comisión por la venta).
4.- Cartera del fondo:
Además de conocer la política de inversión, hay que analizar detalladamente los activos del fondo, en primer lugar porque a veces no se ajusta bien con la política que marca en su folleto y en segundo porque si ésta es muy genérica, se pueden escapar algunos detalles.
Por ejemplo, de un fondo de renta variable global, podemos buscar en qué zonas o en qué sectores invierte de forma sobre ponderada y ver si éstas se adaptan al resto de la cartera, o a la situación del mercado
También los fondos de renta fija, son susceptibles de este estudio: si en periodos de bajos tipos de interés tiene la cartera invertida a largo plazo, sería un fondo poco aconsejable.
5.- Rentabilidades y volatilidad:
De sobras es conocido que «rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras»; pero sí nos da cierta idea, sobre todo si comparamos espacios temporales amplios, podremos ver cómo se comporta éste comparado con los de su competencia, podremos ver qué ha hecho en épocas bajistas o laterales, la máxima pérdida trimestral…
Son muchos factores los que hay que analizar antes y durante la inversión, y aunque parezca complicado de analizar todos estos factores, hay webs gratuitas como iAhorro.com, que ofrecen estos datos de forma muy simple y fácil de entender.