
La función del código BIC y las transferencias SWIFT
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Actualmente, a la hora de realizar operaciones bancarias tan cotidianas como una transferencia entre cuentas o entidades, una compra con tarjeta o de domiciliar un recibo, utilizamos el código de validación IBAN (Código internacional de cuenta bancaria o International Bank Account Number por sus siglas en inglés). Éste entró para sustituir al antiguo CCC (Código de Cuenta Bancaria) para identificar cada cuenta abierta el 1 de febrero de este mismo año.
Conocer nuestro código IBAN a partir del CCC es sencillo, y además necesario para operar con nuestra cuenta en el día a día. Sin embargo, menos gente conoce qué código BIC (Bank Identifier Code) le pertenece.
Éste código es un complemento el IBAN, ya que no identifica la cuenta en sí sino la entidad que realiza una transferencia (o a la que se realiza) fuera de la Comunidad Europea. Es muy útil en el caso que queramos realizar transferencias internacionales por uno de los métodos más habituales, las transferencias SWIFT.
¿Con qué se forma el BIC?
El código BIC está formado por once u ocho caracteres (aunque habitualmente se utiliza el segundo) que permiten validar al banco.
- Los primeros cuatro caracteres se corresponden a la entidad, a nivel mundial
- Los siguientes dos indican el país de origen de acuerdo con el código ISO. En el caso de España, las letras que se incluyen en lo BIC son ES.
- Las dos siguientes, la localidad
- Y por último (y de forma opcional), tres caracteres que indican la sucursal.
Algunas herramientas de internet nos permiten conocer, al igual que en el caso de IBAN, el Código BIC que nos corresponde. Por ejemplo, una transferencia realizada desde el Banco Santander en Madrid, sería BSCHESMM.
¿Qué es SWIFT?
Este método de trasferencias internacionales, tan utilizado hoy en día, nació en 1974, cuando siete bancos formaron el organismo que le da nombre, la Sociedad para las telecomunicaciones financieras interbancarias mundiales (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication).
A través de SWIFT, los bancos pueden mover el dinero entre varios países de una forma sencilla. Hay que decir que lo que se envía a través de este método es información entre bancos, que propicia que se realice de forma segura y con agilidad.
Cuando realizamos una transferencia internacional de este tipo, autorizamos al banco para enviar el dinero y éste recibe el código SWIFT y el número de cuenta bancaria en la que se ha de ingresar la cantidad correspondiente.
Aunque conocer nuestro código IBAN sea necesario, ya que será el que utilicemos para realizar las operaciones bancarias más habituales en nuestro día a día, saber qué BIC nos corresponde también puede sernos de utilidad para agilizar según qué trámites. En un momento en el que es habitual mover dinero alrededor de todo el mundo, es posible que necesitemos hacer transferencias internacionales con frecuencia.