¿Qué pasos hay que seguir para cerrar una cuenta bancaria?

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Cerrar una cuenta bancaria es un proceso muy sencillo si seguimos los pasos lógicos y nos aseguramos de que no incumplimos ninguna cláusula del contrato con la entidad. Los motivos de un cierre de cuenta pueden ser múltiples, bien por inactividad, bien por la contratación de otra opción más ventajosa para nosotros en otro banco.

Sea como sea, el proceso paso a paso para cancelar una cuenta bancaria sin penalizaciones ni pagos extra es muy intuitivo. En caso de que tuviésemos algún tipo de compromiso de permanencia (por ejemplo, la típica cuenta con la que obtenemos un regalo al domiciliar la nómina) deberíamos cumplirlo antes de plantearnos su cancelación.

Es posible que la entidad nos permita rescindir dicho compromiso a cambio de una penalización económica.

Esto es lo que debes saber antes de cancelar la cuenta bancaria

En primer lugar, si en la cuenta figura más de un titular, se puede requerir la firma de todos para realizar cualquier operación de este estilo. En caso de un único titular, no hay más dificultades.

Sucede algo similar en el caso de que queramos cancelar la cuenta de una persona fallecida: si era titular único, serán los herederos quienes realicen todas las gestiones. Si el fallecido compartía titularidad, esa persona cotitular seguirá controlando el 50% del dinero. Si quieres saber más en detalle qué sucede con una cuenta cuando fallece el titular, te recomendamos que leas este artículo en profundidad.

Otro punto importante, y que puede parecer obvio, es que es muy recomendable disponer cuanto antes de una nueva cuenta alternativa, y tenerla operativa antes de la cancelación de la actual. Por ejemplo, puedes buscar una cuenta online sin comisiones, que te dará la flexibilidad de la gestión online y la tranquilidad de no pagar más comisiones.

Así se cancela una cuenta bancaria paso a paso

Verificaremos que se puede cerrar la cuenta sin penalización. Es decir, comprobaremos la existencia o no del compromiso de permanencia, cuánto queda para que termine, o bien qué penalización tendríamos que asumir en el peor caso. Para ello, debemos examinar a conciencia el contrato.

Reubicamos recibos y pagos. Esto hemos de hacerlo contactando con cada proveedor y cambiando el número de cuenta. En algunos casos, la nueva entidad puede hacernos las gestiones, aunque necesitarán algunos datos o documentación.

Cancelamos los productos asociados a la cuenta: pagamos toda la deuda de las tarjetas de crédito, préstamos o pólizas de riesgo que tengamos contratadas, y los cancelamos antes de dar el siguiente paso.

Retiramos todos los fondos de la cuenta. Todo el dinero que esté en la cuenta mientras no se cierra estará jugando en nuestra contra. Además, aunque no utilicemos una cuenta durante meses y el saldo sea nulo o muy pequeño, seguiremos pagando comisiones de mantenimiento (si es el caso). Procede, por tanto, sacar todo el saldo y pasar inmediatamente al siguiente punto.

Acudimos a una sucursal del banco a cancelar la cuenta en persona. En caso de que haya más de un titular, deben acudir todos. Una vez allí, hemos de firmar la cancelación y, en algún caso, abonar intereses pendientes. Si no podemos acudir a la sucursal podemos llamar a la entidad y preguntar las alternativas para hacerlo de manera no presencial (por ejemplo, mediante un burofax).

Solicitamos el certificado de cancelación de cuenta. Es muy importante y no lo debemos dejar pasar. Este certificado será la garantía de que la cuenta corriente se ha cerrado correctamente y no tendremos más gastos asociados a ella.

Una de las dudas más frecuentes es si es gratis cancelar una cuenta bancaria. La respuesta es que depende. Debería serlo, y de hecho muchas entidades no cobran nada por la cancelación, pero como ya dijimos, es posible que debamos abonar comisiones de mantenimiento atrasadas, o prorrateadas.

Otro punto que depende de la entidad, y sobre todo del contrato que hayamos firmado a la hora de abrir la cuenta, es que nos cobren comisiones de otra índole. Por ejemplo, una comisión por la propia cancelación. En cualquier caso, estas comisiones deben estar accesibles de manera pública y siempre deben figurar en el contrato.

Por eso, es muy interesante tratar de contratar siempre cuentas sin comisiones, ya que de esta manera tendremos que soportar un gasto menos llegado el momento de la cancelación.

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