
¿Quién puede contratar una tarjeta oro?
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La tarjeta oro suele ser la más valorada y la preferida de los clientes. Supone mayores ventajas y condiciones preferentes frente a las tarjetas de crédito tradicionales, lo que le ofrece al cliente que la posee un mayor reconocimiento. Por lo general, no suele ser un producto al alcance de cualquier usuario, ya que suele ofrecerla el banco a los clientes de los que tenga un buen historial crediticio y que acredite ingresos de manera regular, saldos estables elevados, sin descubiertos y, en definitiva, lo que definiría la entidad bancaria como “un cliente que no da problemas”.
Por otro lado, la tarjeta oro suele tener implícito el coste de una elevada comisión anual y de intereses algo más altos que las tarjetas tradicionales. Está asociada a la cuenta corriente o de ahorro que tengamos contratada en la entidad y, a diferencia de las tarjetas de débito, no es recomendable utilizarla en cajeros, ya que está pensada para el pago en establecimientos y comercios que muestren el distintivo Visa, aunque encontrarlo no es problema, ya que es reconocido en todo el mundo.
Algunas entidades ofrecen ofertas para nuevos clientes, como la exención del pago de la comisión de emisión o renovación, o el pago anual.
El límite máximo disponible para realizar compras es más alto que el resto de tarjetas de crédito, y su importe varía en función de cada entidad. También permite el pago en varios meses sin intereses o comisiones, o con condiciones ventajosas.
Utiliza un comparador de tarjeta soro para encontrar la mejor opción del mercado. Recuerda analizar los tipos de interés y los beneficios añadidos para el cliente, como descuentos en comercios adheridos a algún programa de puntos de la entidad y otras ofertas.