Hipotecas de tipo fijo, variable y mixto… ¿Cuál es la diferencia?

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A la hora de comprar una vivienda debemos elegir la hipoteca que mejor se va a adaptar a nuestras necesidades. Las más utilizadas son la de tipo fijo, variable y mixto; pero ¿cómo saber cuál me conviene? ¿En qué se distinguen? Desde Banqmi te lo explicamos.

Hipoteca de tipo fijo

Si elegimos una hipoteca de tipo fijo, durante todos los años en los que esté vigente el préstamo pagaremos la misma cuota mensual. Esto implica que, si hemos acordado con el banco pagar 300 euros mensuales durante 30 años esto no va a cambiar, lo que nos puede proporcionar cierta seguridad.

No obstante, los gastos de los trámites para formalizar la hipoteca son más altos. De hecho, la comisión de apertura suele rondar el 1%.

Hipoteca de tipo variable

Si optamos por una de tipo variable no siempre pagaremos la misma cuota, puesto que en este caso está sujeta a las variaciones de un índice de referencia (normalmente el euríbor). La cuota se revisa una o dos veces al año y, si para entonces el índice ha subido o bajado, pagaremos una cuota más cara o barata.

Por lo tanto, si el índice de referencia baja durante la vigencia de nuestro préstamo puede que acabemos pagando menos que si hubiéramos optado por una hipoteca de tipo fijo. No obstante, puede ocurrir justo lo contrario y, por ese motivo, al elegir una hipoteca de tipo variable tenemos que estar dispuestos a correr este riesgo.

En cuanto al coste de los trámites, para abrir una hipoteca de tipo variable pagamos menos que si formalizamos una de tipo fijo. La comisión de apertura, por ejemplo, suele ser inferior al 1% o puede llegar a ser inexistente.

Hipoteca Mixta

Se trata de una mezcla del tipo fijo y variable. Dicho de otra manera, durante un periodo establecido con la entidad pagamos una misma cuota todos los meses (como en una hipoteca de tipo fijo) y, después, la cuota variará en las revisiones en función del índice de referencia acordado (tal y como funciona una hipoteca de tipo variable).

Los gastos de formalización son similares que en una hipoteca variable.

En resumen, estas son las características de la hipoteca fija, variable y mixta.

Hipoteca fijaHipoteca VariableHipoteca Mixta
Misma cuota todos los meses en los que esté vigente el préstamo.En cada revisión (cada seis, doce meses… lo establecido por la entidad) la cuota varía en función del índice de referencia establecido (normalmente el euríbor).Durante un tiempo la cuota es fija (entre 3 y 10 años) y, después, la hipoteca pasa a funcionar como una de tipo variable.
Gastos de tramitación más elevados.Gastos de tramitación más bajos.Gastos de tramitación menos elevados, similares a los de una hipoteca variable.

¿Con cuál me quedo entonces?

Todo dependerá de cuánto queramos arriesgarnos y cuánto podamos pagar. Si no nos importa afrontar unos costes altos en la formalización de la hipoteca para pagar siempre lo mismo, por ejemplo, podemos optar por una de tipo fijo. Si por el contrario no podemos pagar unos gastos altos y no nos importa arriesgar nos podemos decantar por una hipoteca de tipo variable.

Asimismo, una hipoteca de tipo mixto puede ser la solución para aquellos que quieren una de tipo fijo, pero que no pueden pagar unos gastos de apertura tan altos.

En definitiva, todo dependerá del perfil de cada persona.

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