
¿Qué significa el resultado de la declaración de la renta?
Blog
En este artículo te mostramos cómo puedes saber el resultado de la renta y por qué puede ser positivo o negativo. Además, si la declaración de la renta te sale a pagar, descubrirás qué opciones tienes a tu alcance para liquidar el importe a la Agencia Tributaria.
La declaración de la Renta no es más que un documento emitido a Hacienda, en el cual informas acerca de tus ingresos y tu situación fiscal. El objetivo es saber cuánto tienes que pagar de IRPF o, por el contrario, si tienes derecho a que el Estado te reintegre el excedente de impuestos que has pagado.
¿Cómo saber si te sale la renta a pagar o a devolver?
La Agencia Tributaria pone a disposición del contribuyente un simulador de IRPF (Renta Web Open Simulador) para saber si la declaración de la Renta te sale a pagar o a devolver.
Para utilizar esta herramienta no es necesario que te identifiques. Su funcionamiento es simple. Únicamente hay que introducir los datos necesarios para que realice la simulación y saber si el resultado de la renta es positivo (a pagar) o negativo (a devolver).
¿Por qué puede salir un resultado negativo en la renta?
En la declaración de la renta se informa al fisco los ingresos o rendimientos que se han obtenido durante el ejercicio fiscal para calcular los impuestos correspondientes, concretamente se trata del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El IRPF grava los ingresos. Además, cuanto más alto sea el ingreso personal, mayor será la cuota a pagar. Las cuotas se establecen según la escala establecida por la Ley.
En principio, todos los ciudadanos tienen obligación de pagar este impuesto para contribuir con los gastos públicos. Sin embargo, también se tiene en consideración la situación personal y familiar del contribuyente. El IRPF se adapta a cada situación y por ello existen unas determinadas deducciones fiscales.
Además de las posibles deducciones, a lo largo del ejercicio fiscal Hacienda realiza unas retenciones. Las retenciones son un dinero anticipado a cuenta del IRPF y se pagan en el momento de percibir los ingresos. En los trabajos por cuenta ajena, la propia empresa realiza retenciones fiscales a sus trabajadores.
Posteriormente, en la declaración de la Renta se ajustan las cuentas con la Agencia Tributaria. Si al contribuyente se le han practicado un exceso de retenciones o porque tiene derecho a una serie de deducciones fiscales, el resultado es negativo y el Estado debe devolverle el dinero que ha pagado. Por este motivo, la declaración de la renta puede salir a devolver.
Además de positivo o negativo, también es posible un resultado 0 en la Renta. Este supuesto apenas se da, pero entra dentro de las posibilidades. En este caso, no tienes que pagar nada ni Hacienda te debe nada.
¿Por qué me sale a pagar la renta?
Si la renta te sale a pagar es porque Hacienda te ha retenido menos dinero del que te corresponde durante el ejercicio fiscal. Aunque también se denomina como un resultado positivo en la Renta, el término preciso es “a ingresar”.
El resultado de la declaración de la renta se genera de forma automática y la cantidad puede ser o positiva o negativa. Cuando observas que en la casilla 550 no aparece el signo “-”, es que el resultado es a ingresar y deberás pagar el impuesto.
Desde un punto de vista financiero, es algo positivo: significa que no has pagado este impuesto de forma anticipada mediante retenciones. El diferimiento fiscal es máximo. Esto quiere decir que el Estado no se queda con tu dinero más tiempo del que debería.
Un aspecto importante que debes tener en consideración es que, si normalmente la declaración de la Renta te sale a devolver, y en este ejercicio te sale a pagar, puede deberse a un error. Quizá no hayas reflejado las deducciones a las que tienes derecho.
También es posible que tu situación haya cambiado.
¿Qué hago si la renta me sale a pagar?
En caso de que tengas que pagar el impuesto, la propia Agencia Tributaria te proporciona varias opciones.
Puedes fraccionar el pago en varios plazos, domiciliando el impuesto en tu cuenta corriente, facilitando el número IBAN. Además, solicitar un fraccionamiento en varios plazos. La Agencia Tributaria tiene por defecto dos plazos sin intereses, el primero de ellos por el 60% del importe a pagar y el segundo por el 40%. Si quieres realizar otro tipo de fraccionamiento ordinario se devengarán intereses.
También puedes pagar el primer plazo de forma inmediata, bien sea de forma electrónica, con cargo a tu cuenta o con tarjeta de crédito. Otra de las opciones es obtener un documento para ingresar el dinero en una de las entidades bancarias con las que Hacienda trabaja (lo que se denomina una carta de pago).
En el caso de que no fracciones el pago, las vías para materializarlo son las mismas. Básicamente, tienes las siguientes opciones:
- Efectivo: con una carta de pago acudes a una entidad bancaria.
- Domiciliación: la Agencia Tributaria efectúa el cargo el último día del plazo voluntario para presentar la declaración de la Renta.
- Cargo en cuenta: el cargo se realiza en el mismo instante de la presentación de la Renta. Hay que obtener un NRC e insertarlo en el modelo.
Por otra parte, existen varias formas especiales de pago del IRPF en caso de un resultado positivo en la Renta. Por ejemplo, puedes solicitar un reconocimiento de deuda con imposibilidad de pago. En este caso, en el momento de presentar la declaración de la Renta, se reconoce una deuda con la Agencia Tributaria por el importe total y se obtiene una clave para tramitar el pago en un momento posterior.