
¿Existen préstamos personales sin nómina?
Análisis
Puedes solicitar financiación sin tener una nómina
La capacidad económica cuando se busca financiación es importante para la entidad que concede préstamos ya que hace una valoración de la viabilidad a la hora de devolverlo. La nómina, los ahorros u otros préstamos son algunas de las variables que marcan la capacidad de endeudamiento de una persona y en muchos casos el banco pide información o unos mínimos en este tipo de características.
- Especialmente indicado para autónomos.
- Se contemplan otro tipo de garantías de devolución.
- Se mejora el acceso al préstamo sin aumentar intereses.
- La devolución sigue siendo un compromiso.
¿Me concederán un préstamo si estoy en el paro?
Las entidades ofrecen créditos a los usuarios en situación de paro pero siempre y cuando dispongan de prestaciones y ayudas por desempleo o pensiones. Se trata de personas con un coeficiente de riesgo muy alto por lo que deben de existir unos requisitos mínimos para la concesión de un préstamo sin nómina.
Entre los requisitos para pedir un préstamo encontramos:
- No figurar en listas de morosos: las entidades bancarias suelen denegar la concesión de préstamos a personas que no estén al corriente de pago de todas sus deudas y figuren en listas de morosos como ASNEF o RAI.
- Bajo nivel de endeudamiento: el banco estudiará que la cuota del préstamo solicitado no supere el 40% de tus ingresos.
- Estabilidad laboral en una empresa solvente: la entidad valorará que los ingresos que recibe el cliente sean suficientes para devolver el préstamo junto a los intereses, regulares y estables. También puede investigar sobre el nivel de solvencia de la empresa en que trabajas.
- Solvencia: la entidad puede exigir que les mostremos nuestra nómina y nuestro nivel de IRPF.
¿Me concederán un préstamo si soy pensionista?
Se trata de una situación similar al de las personas en paro, por lo que es necesario acreditar que se está percibiendo una prestación por jubilacióny que debe ser superior a los 500 euros netos mensuales y declarables.
¿Me concederán un préstamo si soy autónomo?
Para solicitar a un préstamo siendo autónomo las entidades exigen presentar una serie de requisitos, entre los que destacan no estar inscrito en un listado de morosos y un justificante de ingresos mínimos y de forma estable.
También tendrá que acreditar su situación financiera con la declaración de la Renta de los últimos años y una fotocopia con el alta como autónomo.
Existen diferentes tipos de autónomos, los más característicos son, autónomo propiamente dicho y autónomos societarios, pero tenemos más tipos:
- El trabajador autónomo: el trabajador autónomo es aquel que realiza una actividad económica de forma personal y a título lucrativo pudiendo tener a trabajadores contratados. Las actividades que pueden desempeñar los autónomos están albergadas en la Sección Primera del IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas.)
- El autónomo societario: este tipo de autónomos son aquellos que constituyen una sociedad mercantil, es decir, una empresa en cualquiera de sus manifestaciones jurídicas. Los socios administradores deben darse de alta en el RETA (Régimen de la Seguridad Social para autónomos.)
- Los autónomos profesionales: estos autónomos desempeñan profesiones liberales que están incluidas en el IAE. Hay dos grupos principales:
- Los autónomos profesionales colegiados: economistas, psicólogos, arquitectos…
- Los autónomos profesionales no colegiados: diseñadores, agentes de seguros, pintores
- El autónomo dependiente: los autónomos dependientes o TRADE generan facturas superiores al 75% de sus ingresos en actividades para una empresa o un solo cliente. Esta figura se creó con el Estatuto del Trabajo Autónomo y no pueden tener a su cargo trabajadores.
- El autónomo agrario: los requisitos para convertirse en autónomo agrario pasan por ser titular de una explotación agraria con la que obtengas un mínimo del 50%de la renta con esa explotación, no tener rendimientos netos anuales de más del 75% de la base máxima de cotización con la explotación, desempeñar de forma personal las actividades agrarias en la explotación, pero también puedes servirte de otros trabajadores por cuenta ajena.
- El autónomo colaborador: los autónomos colaboradores son familiares directos del empresario hasta el segundo grado incluido por consanguinidad o afinidad que trabajen con el autónomo habitualmente, de forma personal y directa y sin recibir remuneración.
No tengo nómina, ¿necesito un aval para que me concedan un préstamo?
La concesión de préstamos sin nómina vendrá determinada por las características de cada usuario.
Un alto riesgo de impago obligará a la entidad a exigir un aval para poder afrontar los posibles impagos.
El aval es una garantía de pago adicional que asegura el cumplimiento de una obligación económica a favor de la persona beneficiaria y que recibirá un bien o un recurso.
¿Pueden empeorar las condiciones de mi préstamo si no tengo nómina?
A la hora de solicitar un préstamo sin nómina la mayoría de las entidades ofrecen tipos de interés más elevados. Es decir, uno de los factores que empeora las condiciones de un préstamo es no poseer nómina.
¿Cómo conseguir préstamos sin nómina?
En ocasiones, la urgencia por conseguir dinero no entiende de requisitos y las necesidades pueden ser diversas: avería en el baño, cambio de electrodomésticos, pago de facturas, etc. Por este motivo, existen entidades que conceden préstamos sin nóminaa los usuarios y sin necesidad de papeleo para que, a la hora de aprobarlo, sean sea a la mayor brevedad posible y se pueda contar con el dinero en la cuenta rápidamente.
Por lo general, encontrarse sin unos ingresos constantes suele ser un hándicap para que concedan el préstamo ya que entre los requisitos que exigen las entidades y bancos está el de acreditar que se percibe un dinero mensual, normalmente 500 euros y siempre declarables. Las personas en situación de desempleo sólo pueden optar a estos créditos sin nómina siempre que se encuentren percibiendo una prestación superior a los 500 euros mensuales.
Por lo tanto, aunque no tengamos trabajo podremos conseguir un préstamo, pero la entidad financiera deberá comprobar nuestra solvencia económica para asegurarse de que seremos capaces de devolvérselo íntegramente junto con los intereses.
Si no tenemos empleo, el recibo de prestación por desempleo serviría como medio de acreditación de nuestra fuente de ingresos.
El principal inconveniente del subsidio y de la prestación por desempleo de cara a solicitar un préstamo es que las entidades financieras no le otorgan el mismo valor que a una nómina. Aunque constituyen una fuente de obtención de ingresos, el subsidio y la prestación por desempleo tienen una fecha final y no aseguran que el cliente que las perciba pueda saldar el importe total de la deuda.
Por esto, las entidades bancarias o financieras tradicionales no suelen conceder préstamos a usuarios que reciban un subsidio. En caso de ofrecerlos, las cantidades económicas que otorgan no son elevadas, oscilan en un máximo de 600 euros y el plazo de devolución también es inferior al de otro tipo de préstamos, de entre 60 y 90 días.
Las personas jubiladas cuentan con las mismas condiciones que desempleados o personas sin nómina. Deben acreditar que disponen de una pensión de jubilación cuyo importe es superior a esos 500 euros mensuales.
Las personas que reciban pensión por jubilación encontrarán la edad como inconveniente a la hora de solicitar un préstamo. Aunque garantizan que reciben unos ingresos estables, la edad es un factor determinante, ya que cuanto mayor sea la edad del solicitante del préstamo, mayor es el riesgo de que no se pague la deuda. Las entidades suelen exigir que la edad del solicitante del préstamo no supere los 75 años cuando llegue el momento de pagar la última cuota del préstamo.
En este caso las entidades suelen pedir avales que intervengan en la operación y amplíen las opciones y garantías de pago.
Otro sector, igual que los parados y los jubilados, que puede encontrar obstáculos para contratar un préstamo con un banco o entidad financiera es el de los autónomos. Los autónomos, salvo que dispongan de garantías, como un aval o un historial financiero estable, tienen dificultades para financiarse.
Por este motivo, existen entidades que conceden préstamos específicos para el colectivo de los autónomos. Sin embargo, exigen unos requisitos como justificar unos ingresos mínimos y estables.
La concesión de créditos a personas sin nómina puede tener consecuencias en el tipo de interés, más elevados que los de los préstamos con nómina. Además, en función del coeficiente de riesgo del usuario la entidad pedirá como garantía un aval con el que poder hacer frente a impagos.